
En los primeros diez meses de 2024, bajo el gobierno de Milei, alrededor de 16.500 pequeñas y medianas empresas (PyMEs) han cerrado en Argentina, según la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC).
Este fenómeno se atribuye principalmente a la recesión económica, la caída del consumo interno y los altos costos de servicios e impuestos.
Además, se estima que también han cerrado unos 10.000 kioscos y almacenes, lo que se traduce en la pérdida de aproximadamente 160.000 puestos de trabajo en el sector.
Algo similar pero en menor tiempo sucedió en la presidencia de Macri: entre 2015 y 2019 cerraron aproximadamente 24.537 pequeñas y medianas empresas en el territorio argentino.