
La sesión en la Cámara de Diputados se transformó en un campo de batalla este miércoles, cuando legisladores del oficialismo, en un intento desesperado por evitar la aprobación de dos proyectos impulsados por la oposición, protagonizaron un escándalo que incluyó golpes, empujones, insultos y gritos.
La violencia, que ya se había manifestado en las inmediaciones del Congreso, se trasladó al recinto, donde los ánimos se caldearon al punto que el presidente de la Cámara, Martín Menem, decidió levantar la sesión argumentando falta de quórum.
El detonante del caos fue la propuesta de la diputada de Unión por la Patria, Victoria Tolosa Paz, quien planteó dos iniciativas que irritaron al oficialismo: la eliminación de las facultades delegadas al presidente Javier Milei mediante la Ley de Bases y la regularización de las autoridades de la comisión de Juicio Político.
Estas propuestas desataron una catarata de insultos y enfrentamientos físicos entre los diputados libertarios y aquellos expulsados del bloque oficialista, pero que aún mantienen su apoyo al gobierno.
Uno de los momentos más tensos se vivió cuando el diputado oficialista Lisandro Almirón provocó al titular del bloque Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), Oscar Zago, lo que derivó en un intercambio de golpes y empujones. En los pasillos, el diputado Cristian Ritondo intentó contener a Zago para evitar que diera quórum, mientras que las diputadas Lilia Lemoine y María Celeste Ponce increparon a sus colegas Marcela Pagano y Rocío Bonacci, quienes permanecían en sus bancas. El clima se enrareció aún más cuando Bonacci le arrojó un vaso de agua a Lemoine en medio de los insultos.
La estrategia del caos
La maniobra de los diputados oficialistas, que incluyó agresiones físicas y verbales, tuvo como objetivo interrumpir la sesión y evitar que se avanzara con los proyectos opositores. Menem, al notar que faltaba un diputado para alcanzar el quórum necesario, decidió levantar la sesión, lo que generó fuertes críticas por parte de la oposición.
Máximo Kirchner, líder del bloque de Unión por la Patria, recriminó a Menem por no garantizar el orden y exigió que se continuara con la sesión. “Tenés que poner orden, es tu bloque, son diputados de tu bloque, corresponde que continuemos”, le recriminó Kirchner. Sin embargo, Menem respondió: “Yo no puedo hacer nada”.
La estrategia del oficialismo, calificada por algunos como “ingeniería del caos”, logró su objetivo: frenar el avance de los proyectos opositores. Tolosa Paz denunció que el escándalo protagonizado por los libertarios interrumpió el plan de trabajo acordado con otros bloques políticos. “La barra brava que pensaban que tenían afuera, la tenía La Libertad Avanza en pleno recinto”, afirmó la diputada al salir del Palacio Legislativo.
Fracturas y dudas sobre Menem
El desenlace de la sesión no solo dejó al descubierto la fractura interna entre los libertarios, si no que también puso en duda la capacidad de Menem para conducir la Cámara. Diputados opositores, como Fernando Carbajal del radicalismo, denunciaron que “diputados del Gobierno atacaron con violencia a los diputados del MID para dejar sin quórum la sesión”. Carbajal calificó la situación como “nunca vista en el recinto” y acusó a Menem de actuar de manera autoritaria al levantar la sesión y “salir huyendo”.
Nicolás Del Caño, del Frente de Izquierda, también criticó duramente al presidente de la Cámara: “Mientras en la calle reprimen brutalmente, tuvimos que ver cómo adentro del Congreso diputados de LLA violentaron a tres diputados que estaban dando quórum”. Del Caño aseguró que había quórum para votar las propuestas, pero Menem decidió interrumpir la sesión.
El escándalo parlamentario no solo evidenció el alto nivel de tensión que atraviesa La Libertad Avanza, si no que también reflejó el nerviosismo del oficialismo ante el avance de las investigaciones por el caso del criptogate. La preocupación por las posibles consecuencias de este escándalo financiero ya había llevado al gobierno a pisar en falso en el Congreso el pasado 1 de marzo, cuando el asesor presidencial Santiago Caputo increpó al legislador Facundo Manes.
La sesión de este miércoles dejó en claro que la polarización y la violencia política han llegado al corazón del Congreso, poniendo en riesgo la institucionalidad y el normal funcionamiento de uno de los poderes del Estado.