
Hace minutos la Cámara de Diputados aprobó el veto del presidente Milei a la ley de financiamiento universitario.
En la sesión especial de este miércoles, 160 legisladores votaron a favor de insistir con el proyecto de ley, mientras que 84 votaron en contra (son de La Libertad Avanza, el PRO, algunos de la UCR y legisladores que responden a gobernadores del norte) y 5 se abstuvieron.
Milei vetó esta ley argumentando que no cuenta con previsión presupuestaria y que su implementación afectaría los objetivos económicos del gobierno.
Esto significa que la ley no entrará en vigor, lo que ha generado preocupación entre estudiantes y docentes que temen por el futuro de la educación pública en Argentina.
La aprobación del veto de Milei a la ley de financiamiento universitario tiene varias implicancias directas:
- Reducción de fondos: Las universidades públicas recibirán menos financiamiento del gobierno, lo que podría afectar la calidad de la educación y los recursos disponibles para estudiantes y docentes.
- Aumento de costos: Es posible que las universidades tengan que aumentar las matrículas o buscar otras fuentes de ingresos, lo que podría hacer que la educación superior sea menos accesible para estudiantes de bajos recursos.
- Impacto en la investigación: La falta de fondos podría limitar la capacidad de las universidades para llevar a cabo investigaciones, afectando el desarrollo científico y tecnológico del país.
- Desigualdad educativa: Podría aumentar la brecha entre las universidades públicas y privadas, exacerbando las desigualdades en el acceso a una educación de calidad.
- Protestas y movilizaciones: La decisión ha generado descontento y es probable que continúen las protestas y movilizaciones por parte de la comunidad educativa en defensa de la educación pública.